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jueves, 29 de junio de 2017

Wedding planner: La moda del regalo solidario

Organizar una boda es un reto cada vez más exigente. Las parejas de hoy desean que su evento sea diferente al resto, y buscan los detalles para que ese día sea único y especial. Pero esa originalidad enseguida se convierte  en nuevas costumbres, pues cuando una idea marca la diferencia, no tardan en  sucederle cientos de réplicas. Así, novedades como el photocall o el stand de dulces ya son un imprescindible en cualquier celebración.

Últimamente llama mi atención la moda del regalo solidario, algo que a priori es una idea fantástica, pero no deja de parecerme, en la mayoría de los casos, un acto de hipocresía.Y es que el hecho de que gente que nunca había sentido sensibilidad por ninguna actividad humanitaria de repente decida hacer una obra de caridad, cuanto menos, levanta sospechas. La posibilidad de hacer donaciones a ONG no es algo nuevo. Sin embargo, a muchos no se les había ocurrido hacer uso de su solidaridad hasta que surge esta nueva tendencia.

Para el que no lo sepa, hay dos tipos de regalos de solidarios:

El primero consiste en la compra de los obsequios (pulseras, llaveros…) por parte de los novios a una ONG que destine el dinero a su causa. Esta opción me parece más acertada.

El otro directamente obvia el habitual detalle que se da a los invitados como agradecimiento por su asistencia, realizando simplemente un ingreso económico a la organización. En estos casos la pareja deja una nota a los asistentes explicando el destino del dinero y todos quedan encantados. Oh, qué detalle han tenido…

Y eso es lo más curioso, que el dinero que se dona es el que corresponde al regalo de los invitados. Es decir, te lo quitan a ti, no a ellos. De momento no he visto a ninguna pareja que reduzca sus gastos nupciales para poder realizar un donativo, porque privarte de algo para dárselo a otros, de momento, no se lleva.

Además, es muy importante que todos conozcan la causa por la que no recibirán regalo, pues una buena obra no sería considerada como tal si no se dice públicamente. Por eso hacemos estas buenas acciones en los grandes eventos y no un martes por la tarde desde el salón de casa. El reconocimiento es esencial para sentirse bien. Las ONG lo saben, y cada vez aumentan más su oferta para bodas, bautizos, cumpleaños, regalos de empresa…

De algún modo, se están logrando nuevas aportaciones que son muy necesarias , pero algo falla. Eso no puede ser solidaridad… sino un engaño del ego que nos ayuda a lavar nuestras hipócritas consciencias. Porque la verdadera solidaridad es discreta, desinteresada y no necesita ningún aplauso.

Si te gusta la idea no dudes en llevarla a cabo, los regalos solidarios son una opción bonita y original para aportar nuestro granito de arena, pero no dejes que sea una moda pasajera ni que las buenas intenciones se manchen de interés. El mundo necesita más ejercicios de honestidad...

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Descubrimientos musicales

Sabemos que la era digital ha transformado nuestra forma de relacionarnos en muchos aspectos, pero hoy quiero hablar de cómo esta revolución ha cambiado nuestra forma de escuchar música. Como decían los rockeros de Platero y tú "Voy a parar en el camino y en lo que dura un cigarrito voy a pensar en estos años, todo lo que ha pasado."

Todavía recuerdo cuando tenía que dejar preparado el casseste para grabar los temas que sonaban en la radio. Era la única forma de guardar la música que nos gustaba y poder escucharla cuando nos apeteciera. ¡Cómo han cambiado las cosas! Hoy, además de tener acceso inmediato y gratuito a todo tipo de música en la red, existen sistemas que hasta "adivinan" tus gustos musicales y ponen a tu disposición todos esos temas para escucharlos de forma ilimitada.

Una de las mejores aplicaciones para explorar música es Spotify, que hace más de un año incluye una playlist que se actualiza semanalmente con una selección musical hecha especialmente para ti, con canciones que, según los creadores del programa "pensamos que van a gustarte".  

Desde entonces, cada lunes espero impaciente mis descubrimientos semanales, los escucho varias veces y voy seleccionando aquellos que más me gustan, clasificándolos en carpetas según su estilo.
Ahora me pregunto qué música escucharía en mi día a día si no hubiera descubierto a todos esos artistas que hoy conozco gracias a la difusión que les da esta aplicación.

El éxito de estas listas de música es que se basan en tu historial de escucha y en el de otros fans de Spotify con gusto similar al tuyo. Algunos aciertos sorprenden tanto que asustan, como cuando aparece en tus descubrimientos la banda sonora de esa película que viste hace dos días, ese artista que escuchaste en directo la semana pasada, o esa canción que tanto te gustaba pero nunca supiste cómo se llamaba...¿Cómo puede Spotify saber todo eso? En cualquier caso, estos avances de la tecnología son todo un regalo para los amantes de la música.

Así que, aprovechando estas ventajas de la globalización, comparto una selección de los mejores descubrimientos semanales que Spotify me ha regalado a lo largo del último año. ¡Sólo hay que hacer "click" para escucharlos!

1. Me so'mbriacato - Mannarino
2. Aloha Ke Akua - Nahko Bear and Medicine for de people
3. Beam me up - Hawa
4. Runaround Sue - Dion
5. Bicicletes - Blaumut
6. (Nothing's too good) For my baby - Louis Prima
7. Shimbalaiê - Maria Gadú
8. Try again - Imany and friends
9. True sorry - Ibrahim Maalouf
10. Drive me wild - Alexia Coley
11. Tourment d'amour - La Fine Equipe
12. Ai Du - Ali Farka Touré
13. Ever - HaBanot Nechama
14. Mil pasos - Soha
15. Voce - Jeites
16. Caravan - Fanfare Ciocarlia
17. Quimey Neuquen - Jose Larralde
18. Nothing to good for my baby - Louis Prima & Keely Smith
19. Steal the Light - The Cat Empire
20. Mi swing es tropical- Quantic & Nickodemus Ft. Tempo & The Candela Allstar
21. Sowa - Fatoumata Diawara
22. Me mueve el aire- Las migas
23. Pasión - Rodrigo Leao
24. Toda mojaíta - Gecko Turner
25. Something's Got a Hold - The Kinky Coo Coo's


martes, 18 de octubre de 2016

La flor de la honestidad

Cuenta una leyenda que por el año 250 A.C., vivía en China un príncipe que estaba a punto de ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, antes de ser coronado, debía casarse.
Sabiendo esto, decidió hacer un concurso entre las muchachas de la corte para ver quién podía ser digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y les lanzaría un desafío.
Una anciana que servía en el palacio, escuchó los comentarios sobre los preparativos y sintió tristeza porque sabía que su joven hija tenía un profundo amor por el príncipe. Cuando llegó a casa, le contó a su hija los planes del príncipe y ella sin dudarlo le dijo que también quería participar en la prueba.
La anciana no podía creerlo y le dijo: 
-"¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura."

La hija respondió:

- "No, te preocupes querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe y con esto ya me conformo." 

Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las jóvenes más bellas del lugar, vestidas con sus mejores ropas y con las más brillantes joyas. Entonces, el príncipe anunció el desafío: 

-"Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será la escogida, se convertirá en mí esposa y futura emperatriz de China."
La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean: flores, costumbres, amistades, relaciones, etc.

El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en el arte de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pasaron tres meses y la semilla seguía como el primer día. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada ocurrió. Día tras día veía más lejos su sueño, sin embargo, su amor era cada día más profundo. Finalmente pasaron los seis meses y nada brotó de aquella semilla.

De todas maneras, la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordada, sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. El día llegó, sus manos estaban vacías, mientras todas las otras pretendientes tenían una hermosa flor en sus manos. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado.
La bella joven de las manos vacías sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada.

Entonces, con calma el príncipe lo explicó: 

-"Esta muchacha, es la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en mi esposa y emperatriz: LA FLOR DE LA HONESTIDAD, pues todas las semillas que os entregué eran estériles."


jueves, 22 de septiembre de 2016

La vida de Adèle


La vida de Adèle sigue resonando en mi esófago desde que la vi por primera vez, pero ¿por qué me resulta tan difícil escribir sobre ella?
Quizás porque los sentimientos más profundos no se explican con palabras….Y es que esta película atípica se adentra en diferentes cuestiones, como el arte, la amistad, el deseo, la búsqueda, la aceptación…pero debajo de todas esas capas queda lo más esencial, el AMOR, siendo este su núcleo principal. 

Sí, es una historia de amor por encima de cualquier connotación que quieran darle. No creo que catalogarla como una película homosexual sea lo más acertado, pues lo que veo es la relación entre dos jóvenes que se enfrentan a sus miedos, sus dudas, y se entregan sin reservas a ese primer amor que penetra hasta las entrañas.

Su estilo y contenido no la hacen apta para todos los públicos, pero Abdellatif Kechiche consigue mostrar el sexo lejos del morbo y la pornografía. Aun así, su estreno estuvo rodeado de polémica, no sólo por las explícitas imágenes sexuales lésbicas, sino por el método sombrío de su director para extraer lo mejor de las actrices. A pesar de la controversia que suscitó, obtuvo una merecida Palma de Oro en la 66º edición del Festival de Cannes.

Intensa, honesta y cercana. Sus tres horas de duración no se hacen largas, incluso me dejan con ganas de una segunda parte, mérito tanto de Kechiche como de las actrices protagonistas. Mención especial a Adèle Exarchopoulos, quien roza los límites de la interpretación, cautivando al espectador con su apariencia dulce y la naturalidad de sus gestos.

En su mirada podemos leer la inseguridad, la confusión, la ilusión, la decepción, la curiosidad o la timidez que experimenta en cada momento. Adèle se desnuda a todos los niveles mostrando todo lo que siente, y haciéndonos sentir sus emociones como si fuéramos ella misma. A esto le ayuda el acertadísimo recurso de los primeros planos, que nos permite observar cada expresión de su rostro, hasta conocer y entender cada mueca, cada sonrisa, cada lágrima…

Y como casi toda buena película, viene acompañada de buena música. Aunque La vida de Adèle no cuenta con una banda sonora original, utiliza música diegética en diferentes escenas. Este tipo de banda sonora es la que suena donde ocurren los acontecimientos narrados, es decir, los espectadores escuchan lo mismo que los personajes. Hay dos temas que me engancharon desde que los escuché en esta película por primera vez: el remix de "I follow rivers", de la cantante Lykke Li, y 
"On lâche rien", de la banda HK et Les Saltimbanks, ¡todo un himno reivindicativo!


                                 


jueves, 11 de agosto de 2016


La creencia de que la propia 
visión de la realidad es la única
verdadera es la más perversa 
de las ilusiones.

Paul Watzlawick

miércoles, 27 de julio de 2016

Música "alegretriste"

¿Alguna vez has escuchado una canción animada, pero al mismo tiempo te parece un poco triste? Es decir, tienen ritmo, no son baladas, pero dejan a su paso un halo de nostalgia. Hace tiempo que las colecciono cual pokemon, atenta a su aparición en cualquier momento y lugar para darle captura.

A veces no es fácil identificarlas, pues la música no causa las mismas emociones en distintas personas, ni siquiera para la misma persona en distintos momentos. Incluso hay quienes no entienden que la música tenga ese poder de abarcar diferentes emociones y matices entre sus acordes. 

Normalmente suenan cuando estás disfrutando de buena compañía. A veces las cantas cogido al hombro de un amigo, provocándote una extraña añoranza. Suelen ser temas que transmiten frescura, paz y alegría, y tienen mensajes que lanzas al viento sintiéndote libre. En ocasiones, cuando suena una canción alegretriste miras a tu alrededor y de repente parece que todo transcurre a cámara lenta… Y notas un pellizco que te recuerda lo bonita que es la vida.

Aunque parezca complicado resumir estas sensaciones en una sola palabra, la diversidad y riqueza de las lenguas nos descubre el término danés hyggelig, que describe ese sentimiento de bienestar, calor y sencillez. Su traducción literal sería algo como "sentirse cómodo en un lugar acogedor", pero su esencia engloba mucho más que su definición. Para mi, los hyggelig son esos momentos en los que siento que estoy donde y con quien quiero estar. Situaciones en las que todo fluye en perfecta armonía. A veces lo vivo con tanta intensidad que incluso se me eriza la piel o aflora alguna lágrima de emoción. Por eso la banda sonora que acompaña a ese instante parece un poco...alegretriste.

Pero esta música también puede sorprenderte cuando estás solo. Es entonces cuando te transportas a tiempos pasados o idealizas momentos futuros, dejándote una sonrisa en la cara con un ligero sabor agridulce. Esta vez será nuestro país vecino el que encuentre el término apropiado para referirnos a ese momento. Saudade es una palabra de origen portugués que significa "soledad, nostalgia, añoranza", aunque cualquier definición resultaría insuficiente para describir todo lo que engloba. Saudade es volver a un lugar, es el anhelo que duele; es ausencia, pero también esperanza.

"Saudade tem rosto, nome e sobrenome,
Saudade tem cheiro,  tem gosto.
Saudade é a vontade que ñao passa.
É a ausência que incomoda.
Saudade é a prova de que
tudo valeu a pena..."
Lu Oliveira

Hyggelig y saudade, dos conceptos multiculturales que al fusionarse se presentan en forma de música, ese lenguaje universal que no precisa traducción alguna.

martes, 28 de junio de 2016

Elecciones

Desde que nacemos nos obligan a elegir. Elegir para posicionarnos, para definirnos, para formar parte de un grupo u otro. Siendo muy pequeña ya había quienes me empujaban hacia elecciones que requerían un elevado e innecesario coste de oportunidad: ¿A quién quieres más, a tu madre o a tu padre? ¿Quién es tu mejor amig@?

A los 6 o 7 años tuve que elegir de qué equipo de fútbol era, pues de niños era obligatorio pertenecer a un bando, al que ganaba la "copa de los meaos" o al que se la bebía. Ya entonces empecé a notar que yo debía ser un bicho raro, pues cada vez que ganaba "mi" equipo me daba pena el que perdía.

Me preguntaron también cuál era mi número favorito, pero siempre que me decidía por el 5 me pesaba dejar al 1, que también me gustaba. Tuve que elegir un animal, pero aunque me decantara por el perro, no podía evitar acordarme del delfín y del koala. La comida era un dilema. Si elegía los huevos fritos parecía traicionar a las migas, y viceversa. Y lo del color si que me costaba, así que a veces fue el verde, otras el rojo, y algunos días el azul.

Habiendo tantas opciones, ¿por qué reducirlas a una sola?

Porque no sólo nos enseñaron a elegir, sino también, a rechazar el resto de alternativas. Así, tu partido político, religión o bandera se convierten en la única verdad, la que está por encima del resto, provocando segregaciones y aversiones que acotan nuestra visión del mundo. Si solo ves un color, nunca podrás apreciar el arcoíris.

Por eso te digo:

Contempla todas las posibilidades y nútrete de lo positivo de cada una,
respeta al que no eligió lo mismo que tú,
elige con criterio, que nadie lo haga por ti,
deja puertas abiertas a la reconsideración y al cambio de opinión,
no tengas miedo a equivocarte,
y a veces, date el lujo de no elegir,

porque mientras no elijas...
¡todo sigue siendo posible!