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jueves, 26 de noviembre de 2015

Nahko Bear y su música medicinal


La banda Nahko and Medicine of the people, liderada por el cantante hawaiano Nahko Bear, mueve su música alrededor del planeta para despertar a la gente, y un día cualquiera, su canción Aloha ke akua me encontró.
Cuando la escuché por primera vez, sin apenas entender la letra en inglés, ya sentí que transmitía un mensaje profundo. Su melodía, de alguna forma, penetra en tu interior con una sensibilidad que te conecta con el mundo.
Pero al conocer la letra terminó de fascinarme. Siento que cada frase me emociona aún más y me atraviesa el alma.

Esta canción me recuerda que soy un milagro hecho de partículas, parte de un todo, ciudadana del mundo. Me empuja hacia el lado donde quiero estar y donde quiero SER, junto a los que luchan porque las utopías sean una realidad, los que veneran a la Tierra, los que aman y los que mueven el mundo con humildad y respeto.

El grupo lanza en todas sus canciones un mensaje de buenos sentimientos, con la premisa de que estamos en el planeta para realizar un cambio significativo que ayude a la preservación del mismo y la convivencia de los que lo habitan. 

Hoy comparto su música para que, cuando la escuches, te preguntes: Cuál es el propósito?

Nahko, en su tema Manifesto, explica el suyo: Musical medicine, this is my healing.
Su aportación al mundo es su música. Una música inspiradora, que despierta y cura. Al ritmo de guitarra acústica, hace una llamada a nuestra conciencia con el mensaje:

Find your medicine and use it
Encuentra tu medicina y úsala

Y entonces sonrío...porque yo elegí trabajar con uno de los fármacos más poderosos: la educación.
Y tú, ¿has encontrado tu medicina?

                            

lunes, 16 de noviembre de 2015

21 días. Parte 1

“Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”.
ALBERT EINSTEIN


Con el paso del tiempo me voy conociendo mejor y voy descubriendo qué hábitos me benefician y de cuáles debo deshacerme, buscando un estilo de vida que me haga sentir bien. Así, cada cierto tiempo planeo nuevos retos, aunque no siempre cumplo mis propósitos...¿Por qué nos cuesta tanto acostumbrarnos a hacer algo nuevo y abandonamos desmotivados nada más empezar?

Hay dos prácticas que llevo tiempo intentando convertir en hábito sin éxito, pues me cuesta mucho ser constante. Esta vez, para "obligarme" a cumplirlas he decidido dar dos pasos. Uno, escribir sobre ellas (parece que cuando conviertes los pensamientos en palabras estos cobran más importancia), y dos, comenzar un reto online.

El primero de los nuevos hábitos que me propongo es MEDITAR.

¿Qué es la meditación? 
La meditación es un estado de relajación y tranquilidad en el que se suprime toda actividad física y mental. 
Se trata de un momento en el que nos convertimos en plenos observadores de nosotros mismos, un momento para parar el ruido, ser conscientes y aprender a ESTAR. Lo que la meditación  busca no es más que enfocarnos en el "aquí" y el "ahora".

¿ Por qué meditar? 
Normalmente nos preocupamos de cuidarnos por fuera, olvidando lo importante que es hacerlo también por dentro. El actual concepto de salud holística o global considera al ser humano como un ser total en el que todas sus dimensiones conviven de manera integrada. Salud no es sólo ausencia de enfermedad, sino la armonía entre lo físico, mental, social, emocional y espiritual. Sabemos que una mala salud emocional (ansiedad, estrés...) puede debilitar nuestro sistema inmune provocando una enfermedad física. Por lo tanto, debemos mantener en equilibrio y armonía los diferentes elementos que componen nuestro bienestar.

                     

A nivel físico, la meditación disminuye la presión sanguínea, mejora el sistema inmunológico y aumenta la producción de serotonina, mejorando el humor y el comportamiento. A nivel emocional, aumenta la creatividad, la paz mental, desarrolla la intuición y disminuye los niveles de estrés y ansiedad.
Si la practicamos regularmente, iremos notando cómo nuestra energía se equilibra y mejora nuestra armonía interna. ¡Con tantos beneficios merece la pena intentarlo!

¿Cómo meditar?
Se recomienda buscar un lugar tranquilo y tener una postura cómoda para iniciar la práctica. Es habitual colocarse en posición "flor de loto" (sentados con las piernas cruzadas) colocando el mudra chin con los dedos (uniendo índice y pulgar), pero lo cierto es que puede practicarse con cualquier otra posición. Para lograr ese ambiente relajante, podemos ayudarnos de elementos como una varilla de incienso, una vela, ruidos blancos (son los sonidos de la naturaleza: lluvia, olas del mar, viento, pájaros), música que utilice sonidos de mantras, etc.

Ahora, cerramos los ojos y nos centramos en nuestra respiración. La respiración profunda nos ayuda a relajarnos, oxigenar la sangre y eliminar toxinas.

Suele ocurrir que miles de pensamientos acuden a nuestra mente en ese momento y esta es la causa por la que muchos abandonan creyendo que no saben hacerlo bien. ¡Paciencia! Esto es normal. 
Lo que debemos hacer es dejar que ese pensamiento entre, reconocerlo y dejarlo ir sin que perdure demasiado tiempo en nuestra mente. Sin preocupaciones. Un truco para recuperar la concentración es contar del 1 al 10 mientras respiramos. Inspiro 1, espiro 2....
Con la práctica, iremos notando cómo el flujo de pensamientos disminuye y vamos logrando un silencio interior. 



¿Cuánto dura una meditación? 
¡El que quieras! La clave está en hacerlo regularmente. Puedes empezar por 1 minuto y poco a poco ir aumentando el tiempo.

       

¿Cómo haré de la meditación un hábito?
Para intentar convertir esta práctica en una rutina, me propongo un reto de 21 días.
¿Y por qué 21? 
Dicen los expertos que se necesitan exactamente 21 días para cambiar o generar un nuevo hábito. Este es el tiempo que tarda nuestro subconsciente en integrar el cambio a nuestro día a día para que esta nueva rutina comience a repetirse de forma automática.

Los retos de 21 días del médico y escritor hindú Deepak Chopra, tienen miles de seguidores en todo el mundo. Son gratuitos y ahora también los hay en castellano. (Puedes acceder a su página web desde aquí.)

No creo que sea necesario utilizar uno de estos programas para iniciarse en esta práctica, pues hoy en día hay muchísimas meditaciones gratis en internet y seguro que en tu ciudad hay algún centro donde realicen sesiones guiadas. Pero el método de Chopra me pareció una forma original de poner en marcha este desafío! Creo que es el empujón que me hace falta para no "saltarme" ninguno de los 21 días.
Eché un vistazo en su página web y vi que el próximo reto comenzaba el 16 de noviembre, así que no dudé en registrarme. Hoy es 16, así que mi reto empieza........¡YAAAAAAA!

“A donde quiera que vayamos en medio del movimiento y la actividad, llevemos con nosotros la quietud. De esa manera, el movimiento caótico que nos rodea jamás nos ocultará la puerta de acceso al manantial de creatividad, al campo de la potencialidad pura.”
Deepak Chopra

lunes, 9 de noviembre de 2015

Insatisfacción crónica

Había una vez un cortador de piedra que no estaba satisfecho consigo mismo y con su posición en la vida.

 Un día pasó por la casa de un rico mercader. A través del portón abierto, vio muchas riquezas y visitas importantes. “¡Qué poderoso debe ser ese mercader!” pensó el cortador de piedras. Se puso muy envidioso y deseó poder ser como el mercader.

Para su sorpresa, repentinamente se transformó en mercader, disfrutando más lujos y poder que los que jamás pudo imaginar, pero era envidiado y detestado por aquellos con menor riqueza que él. 


Pronto un alto oficial pasó por allí, llevado en andas en un trono, acompañado por lacayos y escoltado por soldados sonando gongs. Todos, sin importar su riqueza, tenían que inclinarse ante la procesión.
“¡Qué poderoso es ese oficial!” pensó. “¡Quisiera ser un alto oficial!”

Entonces se transformó en un alto oficial llevado a todos lados en andas en su adornado trono, temido y odiado por toda la gente de los alrededores. Era un caluroso día de verano, por lo tanto el oficial se sentía muy incómodo en el trono. Miró al sol en lo alto. El sol brillaba orgulloso en el cielo, inmutable ante su presencia.
 “¡Qué poderoso es el sol!” pensó. “¡Desearía ser el sol!”

Entonces se transformó en el sol, brillando con fuerza sobre todo el mundo, abrasando los campos, insultado por granjeros y trabajadores. Pero una enorme nube negra se movió entre el y la tierra, como para que su luz no pudiera brillar sobre todos ahí abajo. “¡Qué poderosa es esa nube de tormenta!” pensó. “¡Desearía ser una nube!”

Entonces se convirtió en una nube, inundando los campos y poblados, escuchando los gritos que todos le proferían. Pero pronto encontró que era alejada por alguna fuerza poderosa, y se dio cuenta que era el viento.

 “¡Qué poderoso que es!” pensó. “¡Desearía ser el viento!”

Entonces se convirtió en el viento, volando tejas de los techos de las casas, sacando árboles de raíz, temido y odiado por todos. Pero después de un rato arrasó contra algo que no se movía, sin importar la fuerza que hiciera al soplar. Una enorme roca.
 “¡Qué poderosa es esa roca!” pensó. ¡Quisiera ser una roca!”

Entonces se convirtió en una piedra, más poderosa que cualquier otra cosa en el mundo. Pero cuando estaba allí, escuchó el sonido de un martillo golpeando un cincel sobre la dura superficie, y sintió que lo estaban cambiando. “¿Qué puede ser mas poderoso que la roca?” pensó.
Miró y vio delante de sí la figura del cortador de piedra.